Al comienzo del S. XX en nuestro país se produce un movimiento artístico que busca construir la imagen/idea de ser nacional. Encuentra en el gaucho un referente ideal. Trocando los antivalores que se les adjudicaba antes por valores que exaltan su valentía, su arraigo, su honestidad y cultura del trabajo.
LIBORIO
(autoritario)
¡Alléguense!
(todos rodean a don Liborio toma el nido)
Un hornero
bicho trabajador, se halló un güen día
con un tordo, ese pájaro matrero
que es haragán hasta pa’ tener cría.
(risas contenidas)
El tordo aquel, lo mesmo que el bandido,
peliaba más que el bicho chacarero
a punta e’ pico atropelló al hornero,
¡lo echó del poste y se ganó en el nido!
(exclamaciones)
¡Apriendan áura!
¡El desterrao herido,
toca el clarín de alerta; esa llamada
l’agarra el aire, silba en los esteros,
la mermura el arroyo a la pasada,
cad' árbol, cada cruz, cada ramada
pare un hornero y se hacen mil horneros!
¡Tuitos gritan, abriendo el abanico
de cad' alón pa’ resollar coraje...
y p'al nidal aquél alzan el viaje
con un trozo de barro en cada pico.
Llegan y uno por uno, bicho a bicho,
con esa tierra que los hizo juerte
le cerraron al nido la salida
y quedó el tordo acorralao en vida
por nuestro barro, que condena a muerte!
PONTEZUELA
(indignada, protesta,)
¡Eso no es gaucho!
LIBORIO
(con mayor vehemencia)
¡Apriendan del hornero!
¡Que tuito el pago
se rejunte ansí
y enterrará en los surcos al Matrero!
ZOILO
(escuchando junto a la puerta)
¡Cállense!...
(suena dentro la coscoja de un caballo)
ZAMPAYO
¡Una coscoja!
LIBERATO
¡Somos gente de paz!
LIBORIO
(autoritario)
¡Acérquense!
(todos rodean a don Liborio que toma el nido)
Un hornero, bicho trabajador,
se halló un buen día con un tordo,
ese pájaro astuto y artero
que es haragán hasta para tener cría.
(risas contenidas)
El tordo aquel, lo mismo que el bandido,
peleaba más que el pájaro trabajador
y a punta de pico atropelló al hornero,
¡lo echó del poste y se apropió del nido!
(exclamaciones)
¡Aprendan ahora la lección que sigue!
¡El hornero, desterrado y herido,
tocó el clarín de alerta;
esa llamada sonó en el aire, silbó en los esteros,
lo murmuró el arroyo a la pasada,
de cada árbol, de cada poste, de cada enramada
surgió un hornero y se hicieron mil horneros!
Todos gritan, abriendo el abanico
de cada ala para darse coraje...
y para el nidal robado alzan el viaje
con un trozo de barro en cada pico.
Llegan y uno por uno, todos los horneros,
con esa tierra que los hizo fuertes
le cerraron al nido la salida
y quedó el tordo encerrado vivo por nuestro barro,
¡condenado a muerte!
PONTEZUELA
(indignada, protesta)
¡Eso no es gaucho!
LIBORIO
(con mayor vehemencia)
¡Aprendan del hornero!
¡Que todo el pueblo
se una así,
y enterrará en los surcos al Matrero!
ZOILO
(escuchando junto a la puerta)
¡Cállense!...
(suena dentro la coscoja de un caballo)
ZAMPAYO
¡Una coscoja!
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